La mayoría de las reacciones que pueden producirse tras la administración de una vacuna son leves y pasajeras.
Las reacciones más frecuentes son:
- Pérdida de apetito.
- Enrojecimiento e hinchazón en el punto donde se inyectó.
- Fiebre ligera.
Todas estas reacciones suelen desaparecer al cabo de dos o tres días. No obstante el consejo es que si estos síntomas perduran tras la administración de una vacuna, lo más oportuno es ponerse en contacto con su pediatra o profesional sanitario más próximo.
En nuestro país la Agencia Española del Medicamento, examinan rigurosamente los informes sobre eventos adversos ocurridos después de la vacunación. Estos informes provienen generalmente de profesionales de la salud, personas que se han vacunado, padres, fabricantes de la vacuna o terceros.
Es importante recordar que la notificación inicial de un problema no significa que la vacuna sea la causa o haya aumentado el riesgo de que ocurriera, solo que el caso se presentó después de la vacunación.
Si los científicos que revisan los informes observan posibles problemas después de la vacunación, inician una investigación intensiva para determinar si el evento sólo coincidió con la vacunación, o si la vacuna pudo haber causado el problema.
En nuestro país la Agencia Española del Medicamento, examinan rigurosamente los informes sobre eventos adversos ocurridos después de la vacunación. Estos informes provienen generalmente de profesionales de la salud, personas que se han vacunado, padres, fabricantes de la vacuna o terceros.
Es importante recordar que la notificación inicial de un problema no significa que la vacuna sea la causa o haya aumentado el riesgo de que ocurriera, solo que el caso se presentó después de la vacunación.
Si los científicos que revisan los informes observan posibles problemas después de la vacunación, inician una investigación intensiva para determinar si el evento sólo coincidió con la vacunación, o si la vacuna pudo haber causado el problema.
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